Amaneces en una lágrima
que luego el sol secará sin remedio.
Tu presencia se evaporará pero volverá.
Serás otra lágrima en otro amanecer,
una frágil hebra de llovizna,
agua de los pájaros
en el vientre de las nubes.
Viajarás en mi sangre,
latirás en mi torrente.
Tu ausencia será un rocío de tu presencia.
Aunque no estés, estarás.
Irremediablemente.
© Hugo Morales Solá
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1 comentario:
Aunque no estés, estarás.
Irremediablemente.
Excelente!!
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