martes, 23 de abril de 2013

Microrrelato: "Taquicardia"

 Una arritmia del corazón trasplantado no le daba paz a Ezequiel Cervantes: como si ambos no pudiesen aceptarse. Su obsesión era el comisario Facundo Pereira, quien había muerto en un accidente automovilístico, pero Cervantes estaba convencido de que vivía escondido de la justicia. Y lo buscaba porque había torturado y ejecutado a su esposa, luego de detenerla cerca del saqueo a un supermercado de Buenos Aires, en diciembre de 2001. Un médico policial le confesó tiempo después de su cirugía: Pereira había muerto ciertamente y Ezequiel vivía con el corazón del asesino de Rita. “Su vida sirvió para la muerte, que su muerte sirva a la vida”, se dijo. Luego sintió una profunda extrasístole que le quitó hasta el aliento. Después, su taquicardia se tranquilizó.


        © Hugo Morales Solá
         


viernes, 19 de abril de 2013

Microrrelato: "Migraciones"

   La víspera de su partida intentó suicidarse, pero los sueños de una familia y un hogar fueron más fuertes. Cruzó el río fronterizo en un bote fantasma y se fue detrás de esas ilusiones que esperaban en la gran ciudad. Quería llegar a cualquier precio, aunque fuera como inmigrante ilegal. Apenas llegó a la capital del país vecino, los traficantes de personas lo deglutieron para explotarlo sin retorno. Esclavizado y sin sueños, sintió otra vez el descenso al infierno. Estaba de nuevo en el principio, a orillas del Aqueronte, y se tragó un balazo que le estalló en la nuca.

       © Hugo Morales Solá


viernes, 12 de abril de 2013

Poemario: "Espejos"


Los espejos que te miraban
preguntan por tu silencio.
Preguntan dónde están tus ojos pardos,
como la tierra reseca del invierno.
Preguntan qué fue de tu risa,
agitadora de todos mis sentidos.
Yo los miro y les digo,
mirándome a los ojos,
que prefieres al tajo de la noche oscura,
que habitas en la lágrima de una angustia.
Ellos dicen que volverás pendiendo de
un suspiro leve como la bruma amanecida.
Que volverás cuando dos gotas
de rayo de luna surquen tus pasos sin luz.
De qué sombras estará hecha tu figura,
de cuántos anocheceres se enmascaró tu sonrisa.
Si me dices que la esperanza es destejer
lo tejido y volver a empezar cada día,
te diré que los espejos no son Penélope
ni tú Odiseo y abandonarás su memoria.
Yo, en cambio, seguiré buscando
tu imagen de cristal
hasta que aparezcas de nuevo,
como un fantasma de silicio.

© Hugo Morales Solá

 Mi columna en El Corredor Mediterraneo. Revista cultural de Río Cuarto. Córdoba.  https://acrobat.adobe.com/link/review?uri=urn:aaid:scds:U...